Pete Dulcamara, científico principal y vicepresidente técnico de Kimberly-Clark, comparte una actualización sobre el progreso realizado después de un año de membrecía en la Alianza de Materias Primas Bioplásticas del Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund, WWF) y analiza cómo la empresa continúa impulsando cambios significativos a través de sus esfuerzos para reducir el plástico en sus productos y empaques.
 
La contaminación por el plástico es un problema mundial con un impacto ambiental masivo. Según un estudio realizado por el Foro Económico Mundial, Ellen MacArthur Foundation y McKinsey & Company, se estima que 11 millones de toneladas métricas de plástico ingresan a nuestros océanos cada año, el equivalente a un camión volcador por minuto. Si esta trayectoria continúa, el estudio predice que habrá más plástico en el océano que peces para el año 2050.

Estas tendencias alarmantes impulsan la creciente demanda de los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y los consumidores de tomar medidas para eliminar los desechos plásticos. Lograr este objetivo requiere de una estrategia a largo plazo para reducir el uso del plástico tradicional en productos y empaques, mejorar los métodos de recuperación y reciclaje de desechos, y desarrollar materiales alternativos que estén diseñados para ser reutilizables, reciclables y biodegradables.

Como parte de nuestra ambición para 2030 de mejorar las vidas de mil millones de personas en todo el mundo con la huella ambiental más pequeña, Kimberly-Clark se ha comprometido a reducir el uso de plásticos nuevos a base de combustibles fósiles en un 50 % para fines de la década. Estamos trabajando internamente y con nuestros socios para pasar a materiales y procesos más sustentables. Para 2025, tenemos la intención de hacer que el 100 % de nuestros empaques sean reutilizables, reciclables o aptos para compost. También hemos establecido un objetivo para que el 75 % del material de nuestros productos sea biodegradable o recuperado y reciclado para 2030.

Durante el año pasado, continuamos progresando e impulsando cambios significativos a través de nuestros esfuerzos por reducir el plástico en nuestros productos y empaques. Como un ejemplo, nuestra marca Huggies® en el Reino Unido eliminó 359 toneladas de plástico de su cartera total de toallas húmedas en 2020 como parte de su iniciativa Tiniest Footprint (La huella más pequeña). Además, el equipo de Huggies también presentó un nuevo producto llamado Huggies Natural Biodegradable, una nueva toalla húmeda sin plástico que se lanza en toda Europa y que no contiene materiales a base de combustibles fósiles.

Las asociaciones desempeñan un papel clave en el impulso del cambio

Reconocemos que los problemas de los plásticos de un solo uso son complejos, y resolver estos desafíos requerirá una innovación revolucionaria, así como la colaboración entre industrias, gobiernos y ONG. Es por eso que nos asociamos con empresas de biotecnología, como RWDC, para desarrollar materiales de última generación a fin de reemplazar los plásticos tradicionales derivados del petróleo. Nuestra asociación con RWDC reúne la vasta experiencia de Kimberly-Clark en tecnologías no tejidas y en desarrollo de resinas con las soluciones de biopolímeros innovadoras y rentables de RDWC.

La colaboración proporcionará a Kimberly-Clark la fuente de materiales de los polihidroxialcanoatos (polyhydroxyalkanoates, PHA) de RWDC, SolonTM, para desarrollar resinas que son aptas para compost y degradables en el mar. En caso de que los productos o empaques fabricados con PHA lleguen al medioambiente, se biodegradan en el suelo, el agua dulce y los entornos marinos, lo que evita que se acumulen plásticos persistentes en el medioambiente.

El abordaje de los desafíos mundiales que están asociados con los plásticos de un solo uso es más grande que cualquier empresa. Esta es una de las principales razones por las que Kimberly-Clark se unió a la Alianza de Materias Primas Bioplásticas (Bioplastic Feedstock Alliance, BFA) del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en 2020. El foro de intercambio de conocimientos de los múltiples grupos de interés une a las principales empresas de bienes de consumo con ONG e intelectuales académicos que están explorando alternativas biogeneradas al plástico tradicional.

Durante el año pasado, la BFA y sus miembros han logrado un progreso significativo en el avance del rol del plástico biodegradable y biogenerado para el abordaje de la contaminación por el plástico a nivel global. Entre los proyectos recientes, la BFA ha logrado lo siguiente:

  • Elaboró una declaración de posición  que exigía una política basada en la ciencia sobre alternativas de plásticos para ayudar en la transición hacia una economía circular que maximice la recuperación y la reutilización beneficiosa de los desechos posconsumo.
  • Se actualizó su selección de posibles materias primas para bioplásticos obtenidos de manera responsable.
  • Hizo nuevas conexiones con expertos externos para explorar nuevos trabajos y los avances científicos actuales que involucran alternativas biogeneradas a los plásticos tradicionales, y participó en reuniones conjuntas con Trash Free Seas Alliance y ReSource: Plastic para analizar la contaminación global por plástico, sistemas de reciclaje avanzados y otros temas.

La participación de Kimberly-Clark en la BFA se basa en nuestra membrecía en ReSource: Plastic, el centro de activación del WWF que ayuda a las empresas a duplicar las tasas de reciclaje, reducir el plástico innecesario y cambiar a fuentes sustentables para los plásticos que necesitan. 

Estas iniciativas enfatizan nuestro compromiso con la innovación y la reducción de desechos. Aunque no tenemos todas las respuestas, estamos trabajando para desempeñar un papel activo en la transición a una economía circular y de reutilización mediante la reducción de los desechos, la promoción de mejoras en el sistema de manejo de desechos y la innovación de nuevas formas de proporcionar a los consumidores los productos que necesitan para vivir su vida de la mejor manera posible.