Las madres son consumidoras importantes para Kimberly-Clark, y también es importante tener madres en la mesa de toma de decisiones sobre la compañía. La directora de Recursos Humanos, Sandi Karrmann, entiende por qué son esenciales para nuestro éxito.

“Las madres aportan una perspectiva única y valiosa a nuestra compañía”, dijo. “Las decisiones que tomamos todos los días afectan directa e indirectamente a nuestros consumidores, nuestros clientes y las comunidades en las que prestamos servicios y vivimos”.

Esto es personal para Sandi. Su decisión de convertirse en una madre que trabaja hace años fue estresante.

“Recuerdo cuando estaba embarazada de mi primer hijo. Estaba a comienzos de mi carrera y recuerdo haber tenido miedo de decirle al vicepresidente sénior de Recursos Humanos que tendría un hijo. Recuerdo haber estado nerviosa por ello y haberme preocupado por cómo afectaría las decisiones sobre mi carrera o mi próximo trabajo.  Mi miedo era infundado, pero sé que muchas mujeres comparten el mismo miedo a medida que intentan equilibrar sus metas profesionales y de vida”.

Sandi ha trabajado en el área de recursos humanos la mayor parte de su carrera en diversas industrias, incluidas las de venta minorista, atención médica y restaurantes. Llegar a Kimberly-Clark en octubre de 2020 fue su oportunidad de volver a los bienes de consumo envasados.

Ahora, más empresas como Kimberly-Clark están creando espacios para que las madres que trabajan encuentren el equilibrio entre su familia y su carrera profesional. Como ejemplo de esto, Kimberly-Clark ofrece una política de trabajo flexible, que permite a los empleados cumplir con sus responsabilidades laborales de la manera que mejor les convenga. Espera que los líderes faciliten un entorno que permita a las madres hablar sobre sus necesidades y también alienta a las madres a que se expresen.

“Permitir flexibilidad es importante, porque cada persona tiene un estilo de vida diferente, y el equilibrio implica algo diferente para cada una. Si los empleados son capaces de lograr un equilibrio eficaz entre su vida laboral y personal, podrán llevar lo mejor de sí mismos al lugar de trabajo, lo que permitirá que nuestra compañía se desempeñe en los niveles más altos”.

La madre de tres hijos que ahora rondan los 20 años admite que enfrentó desafíos para ascender en el rango de liderazgo mientras tenía una familia. Pero está orgullosa de su decisión.

“No fue fácil, pero quiero alentar a las mujeres a que lo hagan”.